El Principado celebra distintas actividades del Día Europeo del Paro Cardíaco

 – Practicar maniobras de reanimación cardiopulmonar puede duplicar e incluso triplicar las probabilidades de supervivencia del afectado

 La Consejería de Sanidad se ha sumado hoy a los actos programados con motivo del Día Europeo del Paro Cardiaco, con el objetivo de concienciar a todos los ciudadanos de la necesidad de adquirir los conocimientos suficientes para atender a una víctima de una parada cardíaca y tratar de salvarle la vida. 

En este primer año de su celebración, y bajo el lema Tus manos pueden salvar vidas, ¡Salvemos más de 100.000 vidas!, la jornada persigue sensibilizar a la población general, y muy especialmente a los más jóvenes, sobre el papel trascendental de quienes presencian un paro cardíaco que se produce fuera de un entorno sanitario. 

Por este motivo, el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, ha participado esta mañana en el acto celebrado en la Junta General del Principado con motivo del Día Europeo del Paro Cardíaco, en el que se ha llevado a cabo un simulacro de intervención ante una situación de estas características. 

El titular de Sanidad ha señalado que mejorar la respuesta ante esta realidad es tarea de todos, incluidas instituciones, familias, docentes, personal sanitario, fuerzas de seguridad, sistemas de emergencias no sanitarios y ciudadanía en general. En concreto, ha subrayado que las tareas de sensibilización, información y formación son indispensables en las edades más jóvenes, cuando se adquieren actitudes y conocimientos duraderos. 

En Asturias, al igual que ocurre en el resto del mundo, las enfermedades cardiovasculares en su conjunto son la primera causa de mortalidad. Más de 4.000 personas fallecen cada año en el Principado como consecuencia de una enfermedad cardiovascular. En 2011, esta causa produjo el 32% de los fallecimientos, por delante de los tumores, que causaron un 29%. En concreto, las enfermedades cardiovasculares afectaron al 27,6% de los varones y al 36,2% de las mujeres, lo que las convierte en la primera causa de muerte en mujeres y la segunda, tras el cáncer, en varones.

Actos del Día del Paro Cardiaco en Asturias

Actividad física y alimentación equilibrada 

La evidencia científica apunta que una actividad física regular, una alimentación equilibrada que permita mantener un peso adecuado y no fumar ni estar expuesto al humo de tabaco permiten prevenir o retrasar la aparición de estas enfermedades. 

La causa más frecuente de la parada cardiaca, cuando se produce de forma repentina e inesperada en una persona aparentemente sana, es la aparición súbita de una arritmia grave que hace que el corazón deje de latir. Su principal desencadenante es el infarto agudo de miocardio, que en Asturias es la segunda causa de fallecimiento de la población entre 40 y 65 años. En estas situaciones, si la persona no recibe atención rápida, puede fallecer en unos minutos. 

La supervivencia de estas personas depende de que se inicie, por parte de los testigos presenciales, la denominada ‘cadena de supervivencia’, una serie de acciones encadenadas que consisten en: reconocer la situación, alertar al 112 y realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar, incluso una desfibrilación automática si se dispone del equipo. La cadena terminaría con el apoyo cardiovascular avanzado precoz, prestado por los servicios de urgencias y emergencias. Se ha constatado que la reanimación cardiopulmonar realizada por testigos a la víctima hasta poder ser atendida por un servicio sanitario puede duplicar e incluso triplicar sus probabilidades de supervivencia. 

Con el objetivo de que la población tome conciencia del problema de salud pública que supone el paro cardíaco, a lo largo de esta semana tendrán lugar en las distintas áreas sanitarias una serie de actos de adhesión, charlas y talleres sobre reanimación, dirigidos tanto a la población general como a colectivos específicos, como alumnos y profesores de colegios e institutos. Sanidad entiende que la formación en resucitación cardiopulmonar debe comenzar en la escuela, donde además es aconsejable la formación de los profesores para que difundan el conocimiento a los escolares, así como la prevención de las enfermedades cardiovasculares.